Río Duero
El río Duero es el río más importante del noroeste de la península ibérica. Nace en la falda sur del pico Urbión, a unos 2160 m sobre el nivel del mar, y desemboca en el océano Atlántico, en el estuario de Oporto.
Discurre por la provincia de Soria durante 73 Km. y las riberas del Duero y sus afluentes se consideran zonas protegidas.
En torno al río se encuentran y riega los viñedos de las comarcas vitivinícolas con más fama en el sur de Europa pertenecientes a la denominación de origen Ribera del Duero.
A su paso por la villa coinciden también el Camino del Cid y la Senda del Duero (GR 14).
En estos recorridos podemos disfrutar de la vegetación de ribera, del canto de los pájaros o de las diferentes tonalidades de las hojas de los chopos, dependiendo de la estación del año en la que realicemos nuestro paseo.
Acercándose al pueblo, encontramos un hangar para piraguas, un embarcadero desde el que se puede acceder al río con facilidad y donde se celebran cada año en verano el Campeonato de edad de Castilla y León, cursos de piragüismo, de paddle surf, etc.
Entre la vegetación que encontramos en este espacio natural predominan los álamos blancos, álamos negros, álamos temblones, sauces blancos, fresnos, olmos, carrizos, espinos blancos, hiedras y eneas.
Se dejan ver de vez en cuando nutrias, ratas de agua, topillos y culebras de agua.
También ruiseñores, herrerillos comunes, verderillos, picos picapinos, garzas reales y un buen número de patos, que se acercan cuando nos aproximamos al canal, esperando algo de comida.
Otro gran atractivo de esta parte del río es la pesca. Encontramos barbos, carpas, bogas, lucios y cangrejos señal.
Cuando el río se ensancha llegando al pueblo encontramos la zona declarada apta para el baño cada temporada por la Junta de Castilla y León. Uno de los pocos espacios con este distintivo en el Duero a su paso por la provincia de Soria.
En la margen izquierda tenemos la zona denominada la Alameda y en la derecha la Rambla.
La Rambla es una pequeña zona también de relax, que además cuenta con escaleras para entrar y salir del agua.
En la margen izquierda, parte del caudal discurre por los llamados “Canchorrillos” hasta la Alameda, una pequeña playa fluvial de arena y piedra con zonas de descanso, mesas y barbacoas bajo la sombra del arbolado. Muy concurrida durante todo el verano por sanestebeños y visitantes.
Acercándonos al puente de los 16 ojos encontramos "El Sotillo", una isleta que dibuja el Duero a su paso por la localidad y en la que recientemente se han instalado pasarelas para salvar las distintas divisiones que ha ido formando el agua, y así poder acceder fácilmente a la Alameda.
Es en el Sotillo donde cada 25 de diciembre se realiza el Belén Viviente en cuya representación participan más de cien personas del pueblo.