Iglesia de El Rivero
Nos encontramos en la iglesia de Santa María del Rivero.
Esta iglesia alberga en su interior a la venerada Virgen del Rivero, patrona de la localidad en cuyo honor se celebran las fiestas patronales, desde el día 7 hasta el día 11 de septiembre, así como el día de la Concordia, el 1 de mayo, en el que 30 pueblos acuden a la villa con sus cruces procesionales.
Se trata de una iglesia románica porticada del siglo XII, que sigue el modelo de su vecina San Miguel, y que se erige en lo alto, presidiendo majestuosa la localidad de San Esteban de Gormaz.
Es una iglesia de una sola nave, con ábside semicircular y galería porticada.
La galería porticada, meridional, posee once capiteles, 8 hacia el sur y 3 hacia oriente.
Conserva originales los 5 arcos del frente meridional y los dos del costado oriental.
Al igual que en la primitiva iglesia de San Miguel, predomina la decoración con personajes vestidos a la usanza islámica, rapaces con sus alas desplegadas, a veces devorando liebres, serpientes y cánidos, el león devorando a su presa, y decoraciones vegetales.
En el interior del pórtico, a la izquierda de la portada de acceso a la nave, hay un arcosolio de siglo XVI integrado en el muro del templo.
Entre dos escudos se puede observar una inscripción: “Aquí yace vidas pascual que el oyendo la aquí la misa lidian sus armas”.
Hace clara referencia a la Leyenda del Vado de Cascajar.
La leyenda cuenta que Vidas Pascual, permaneció en misa en vez de ir a luchar contra los moros en la batalla del Vado del Cascajar. Entonces, un ángel se apareció en la batalla con su armadura y espada y dirigió la batalla en lugar de Vidas Pascual.
Esta leyenda fue recogida en Las Cantigas de Alfonso X El Sabio y en un Auto Sacramental de Pedro Calderón de la Barca representado en varias ocasiones por actores sanestebeños.
En el interior de la nave se puede observar un retablo del siglo XVII con la Virgen del Rivero en el centro y una bóveda con pinturas del siglo XIII. Representan al Pantocrator rodeado por el Tetramorfos bajo un cielo estrellado.
Frente a la puerta de acceso al templo hay un arcosolio funerario. Tras la pintura del siglo XVIII apareció un calvario gótico con Cristo Crucificado y tres figuras dispuestas simétricamente a cada uno de los lados. Se excavó el enterramiento y se encontró al difunto con una moneda de 1443 en la mano.
Digno de admiración es el impresionante coro del siglo XVI, realizado en madera de pino de la provincia y mandado confeccionar por el Obispo Acosta, cuyo escudo está representado en la parte superior del frontis. Se dice que quien lo talló se fijó en la decoración floral de la galería porticada.
Añadidos posteriores son la espadaña, la capilla de San Lorenzo, el camarín de la Virgen, y la sacristía.
Curiosamente, la construcción de la sacristía ha permitido conservar intactos los elementos decorativos de la parte norte del ábside pudiéndose contemplar el característico ajedrezado, la decoración de los capiteles con gran lujo de detalles, e incluso marcas de cantero.
La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1996.