Avanzando por la Calle Mayor, se conservan casas nobles blasonadas que pertenecieron a importantes familias, que coronaban sus fachadas con escudos nobiliarios.
Lo primero que llama la atención al abandonar los soportales de la calle, es una casa con una entrada en forma de arco, a cuyos lados, se han descubierto recientemente dos sillares con decoración visigoda.
También encontramos la casa de Don Cristóbal de Bermeo, el que fuera mayordomo del Marqués de Villena.
En esta casa se alojó, el Cortejo Regio que iba a recibir a Mª Luisa de Orleans.
Continuando por la misma calle, se pueden observar sendas fachadas con el mismo escudo, aunque uno de ellos no está en su ubicación original.
Muestran una cruz, una palmera y un puente con tres torres almenadas, imagen que se encuentra en el actual escudo de la Villa.
Pero sin duda, la casa nobiliaria por excelencia de San Esteban, es la conocida como “El Cuartel Viejo”.
Su fachada sorprende al visitante por sus inscripciones romanas y sillares visigodos.
También posee un escudo cuartelado. El primer cuartel con cinco estrellas, el segundo un árbol, el tercero tres calderas, y el cuarto un látigo.
Al fijarse bien en los dinteles de la fachada, se observa que tres de ellos corresponden a lápidas funerarias romanas, y en la esquina superior derecha existen sillares con decoración visigoda.
No acaban aquí las muestras de la ocupación romana pues avanzando calle arriba, en las fachadas del lado izquierdo se pueden seguir observando inscripciones romanas, esta vez no funerarias, sino votivas y honorarias.
Se han contabilizado casi cuarenta inscripciones latinas de este tipo en San Esteban de Gormaz.